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Spotify, el patrocinador del Barça, también entra en barrena con fuertes pérdidas y despidos

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Spotify Camp Nou
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Todo el mundo conoce Spotify y quien más, quien menos, tiene una cuenta aunque sea gratuita. Es la mayor compañía de música en streaming del mundo y principal patrocinador del Fútbol Club Barcelona con un compromiso de 435 millones de euros en 12 años. Todo hace pensar que es un gigante… pero tiene los pies de barro. La compañía sueca perdió 225 millones en el primer trimestre tras sufrir un quebranto de otros 430 en 2022, está embarcada en una reducción de plantilla y su modelo de negocio se tambalea.

A primera vista, esto chirría. ¿Cómo es posible que una empresa con 515 millones de usuarios (210 millones de pago y el resto con publicidad) en todo el mundo, y creciendo, pierda dinero? ¿Qué es lo que falla? Hay varios factores detrás de esas pérdidas.

El primero lo comparte con el resto de grandes tecnológicas: se metió en grandes gastos pensando que el fortísimo consumo de contenidos online de los confinamientos por el covid iba a durar para siempre; cuando ha vuelto la normalidad, dicho consumo se ha reducido a niveles más normales y hace insostenible ese nivel de gasto. De ahí la oleada de despidos en el sector -Meta, Amazon, Alphabet (Google), Microsoft, etc.- y también en Spotify, de donde también han salido algunos de sus principales ejecutivos.

Los podcasts pinchan

Pero además, la compañía tiene problemas específicos. Básicamente, no es capaz de rentabilizar (monetizar) su enorme popularidad. Spotify paga el 70% de los ingresos a los propietarios de los derechos de la música que se escucha en la plataforma, lo que ya comprime mucho sus márgenes. Por eso, en los últimos años ha intentado diversificar su negocio hacia los podcasts, un negocio en el que ha invertido miles de millones pero que no termina de arrancar.

Wall Street acogió muy bien inicialmente esta diversificación, pero a la vista de sus pobres resultados y de la subida de los costes financieros por los tipos de interés, ahora la considera un lastre. Así, Spotify ha caído en Bolsa cerca de un 70% desde los máximos alcanzados en la pandemia.

Pero ahí no acaban los problemas. Spotify quiere lanzar un servicio de Hi-Fi, lo que se conoce como «sin pérdida» de calidad de sonido al digitalizar la música. Pero no sabe cómo hacerlo y otros competidores como Tidal llevan tiempo ofreciéndolo al mismo precio que la suscripción de la compañía sueca (es decir, sin coste extra). Spotify lo tiene preparado desde hace un año, pero no termina de lanzarlo porque quiere que sea un servicio premium a un precio más caro. Y dado que ya lo ofrecen sus competidores, lo va a tener difícil.

Competencia

Hablando de competidores, los gigantes tecnológicos son conscientes del enorme pastel de Spotify y quieren quitarle un pedazo cada vez mayor. Apple lleva ya años jugando fuerte en el terreno de la música y Amazon ha hecho lo mismo que con las series y películas: incluirla en Prime sin coste adicional. Spotify juega con la ventaja de ser el estándar mundial en el negocio, pero ese estatus privilegiado cada vez está más en entredicho.

Otra de las soluciones que está adoptando la empresa es la omnipresente inteligencia artificial, que ha incorporado en una funcionalidad de DJ para ofrecer mejores recomendaciones a sus usuarios. Pero, como ha sucedido con los podcasts, habrá que ver si tiene el éxito esperado y, sobre todo, si consigue amortizar la inversión necesaria.

Por tanto, hay enormes incertidumbres sobre el patrocinador del Barcelona a pesar de su liderazgo y de su gran base de clientes. Y, si no consigue remontar el vuelo, estará en entredicho su contrato de patrocinio con el club español, la principal de las famosas palancas de Joan Laporta.

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